GÉNERO Y EDUCACIÓN

 GÉNERO Y EDUCACIÓN

El tema que nos ha tocado contar y resumir a nosotras es el 6, correspondiente al capítulo 7 del manual sociológico. 

Nos gustaría hablar y profundizar en posiblemente uno de los temas más difíciles de tratar en la educación como es el género.  A día de hoy, finales de 2020, todavía sigue sin clarificarse cuál tiene que ser la estrategia para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. 

Entre ellas encontramos las que mantienen la posición de que el acceso de las mujeres al poder es la única vía de competir con el hombre, es decir, que la mujer sólo podrá ser igual al hombre si llega a los mismos cargos que esté. 

Nos gustaría destacar las palabras de Victoria Camps y es que ella asegura en su libro El siglo de las mujeres que más que una renuncia a la feminidad, lo que debería hacer el hombre y la sociedad es feminizarse (“universalizar la causa femenina”) compartiendo funciones y tareas en espacios públicos y privados. 

Por su parte, el feminismo como un movimiento intelectual ha tenido como objetivo clave transformar las relaciones familiares porque ha prestado atención a las familias y a las funciones que tiene cada miembro dentro de ella, especialmente el papel que desempeñan las mujeres dentro de ellas porque, aunque nos pese, todavía el papel de la mujer sigue siendo muy diferente al del hombre y eso lo pudimos ver en el documental de las mujeres de Bétera cuando ellas mismas contaban que sus maridos no hacían nada al llegar a casa o ellas tenían que incluso vestirlos o, sin ir más lejos, ellas eran las que trabajaban limpiando, cosiendo o cuidando de los niños. Además de en esta situación, también lo pudimos ver cuando pensamos en nosotros, en nuestras casas y la diferencia en las tareas que desempeña cada uno por condición de género y que deberían llegar a través de una conversación o diálogo. 

Existen muchas formas diferentes de clasificar el feminismo y otras corrientes atribuidas al mismo según las propuestas de actuación o los objetivos. 

Por una parte, destacamos el FEMINISMO DE LA IGUALDAD. Igualdad, es una palabra muy amplia y con mucho peso pero que pocas veces utilizamos bien. Esta corriente centra su atención en la creación de normativas relacionadas con la consecución de la igualdad y el cambio social. 

En cuanto al FEMINISMO DE LA DIFERENCIA es de carácter reflexivo, es decir, se preocupa de lo trascendente y sitúa sus postulados en una política separatista.

También encontramos el FEMINISMO DIALÓGICO que es un movimiento de inclusividad mucho más democratizado y que contempla las diferencias en un sentido más amplio, por lo tanto, no solo hablamos de lo relativo al género, sino que enfoca también su mirada a la incorporación de mujeres que a causa de su condición social, económica, cultural o educativa no formaban parte de las corrientes anteriores.  

Uno de los momentos fundamentales en la socialización es el momento en el que se produce un reparto de roles de género en función de las diferencias sexuales; ya que comienzan las atribuciones a las niñas de comportamientos y roles diferentes que a los niños. A raíz de esto, Se espera que niñas y niños se comporten de maneras muy diferentes porque se ha transmitido un sistema de género que entiende la masculinidad y la feminidad de manera extremadamente diferente y con expectativas a cada parte.

Todas estas representaciones sociales han estado y están muy arraigadas a las sociedades, incluso en aquellas más avanzadas en las que se reflexiona sobre la actual perspectiva de género, la cual les permite observar y analizar las características que definen a las mujeres y a los hombres. 

Una frase a mencionar, más que necesaria en este tema, es con la que Simone de Beauvoir inicia su libro El segundo sexo: “no se nace mujer, se llega a serlo”, con esta frase se muestra la cruda realidad  y además, con ella nos gustaría que nos contestarais y dierais vuestra opinión porque creemos que resume a la perfección el significado y el porqué de este capítulo.

Yasmina, Begoña, Elena y Rocío.